algo más que un triunfo
Saludos gentes del blog:
Vuelvo a estos intrincados lugares de la red, luego de haber vivido días muy " desquiciados" gracias a un pequeño ciclo de mini-examenes en algunas de las nuevas ciencias ( recordad que en los tiempos de mis ancestros caballeros existieron siete ciencias o enseñanzas principales), pero no les voy a latear con historia.. Luego de haber pasado el martirio de esos tres días, me concentre en los " duelos" impresionantes que vivían dos compatriotas nuestros en tierras helénicas, unos heraldos de apellidos González y Massú que desafiando a las desventajas y las habilidades de sus oponentes han sabido darle un positivo giro a la historia del deporte nacional pero, no solo al deporte en cuestión sino que dan una valiosa oportunidad para que la " mentalidad" que posee gran parte del pueblo chileno vaya progresando.
Ahora todos ustedes se preguntaran ¿ qué hay en la mentalidad de los chilenos que debería cambiar? , Y la respuesta seria tan extensa que me limitare a lo que llamare " el prejuicio de la derrota" o en palabras simples, ese fantasma que nos invade siempre y que nos dice: no ganaras, eres mediocre, ellos son mejores de pies a cabeza; todas palabras comunes del pueblo de nuestro país lo cual le dan matices claros de conformismo y por que no decirlo mas atrevidamente, de holgazanería.
Así es como siempre culpamos a las cosas más extrañas no llegar al máximo de la perfección ya sea en nuestros estudios, trabajos, relaciones personales y hasta lo más trivial de nuestras vidas, a nuestras condiciones (tan erróneas) de ser un país tercermundista, mestizo ( esto se evidencia en el repudio a nuestros pueblos indígenas y la admiración a los extranjeros; eso si que sean rubios o en si de ascendencia europea), de gente poco agraciada físicamente y muchas otras tan irrisorias y falsas razones de no poder superarnos. Es aquí, donde el logro de nuestros compatriotas Massú y González llega a su máxima importancia puesto que nos llama a despertar de las quimeras de un complejo de fracasados tan "autoimpuesto" para que despertemos de los complejos ya mencionados y que, aun cuando seamos morenos o rubios, grandes o pequeños, profesionales u obreros todos podemos tener las mismas oportunidades de triunfar en la sociedad, poder ser gente destacada y no sumir en un sueño imposible cualquier pensamiento de progreso, algo que es muy típico de la clase social baja de nuestro país, que alegando una " falta de oportunidades" se aletarga mucho antes de siquiera tratar de dar un paso al cambio, al progreso.
Es por ello, que este logro deportivo lo debemos sentir como una ventana abierta a un mundo de cambios en el colectivo de nuestra sociedad, insertarlo como un patrón bastante positivo a seguir en nuestras vidas, puesto que, el esfuerzo, la perseverancia, la tenacidad y el no darse nunca por vencidos han sido, sin lugar a dudas el mejor premio que nos han legado a todos los grandiosos Fernando González y Nicolás Massú.
Me despido con la alegría del triunfo y la esperanza del cambio para todos.
Viva Chile, nuestra gran patria, hermosa e imperecedera