Saludos mundo del blog:
Hechos extraños e intensos me traen de vuelta a estos rincones del ciberespacio, todos ellos se dieron juntos en un día que sin lugar a dudas para el grueso de los chilenos tiene un significado profundo así también como variado según las visiones de las personas.
Es en el punto de las visiones en donde radican algunos de los problemas que se dan en esta fecha, pues se da un desagradable clima de polaridad de ideologías entre la gente de "izquierda" y de "derecha" que exacerban los ánimos y las emociones al punto de producir desmanes que año a año nos dejan con la interrogante ¿hasta cuando continúan?, Lo cual es una pregunta bastante lógica, pues ya a mas de 30 años del suceso que produjo esto, aun las partes en conflicto no llegan a una forma "decente" de acuerdo, de progresar, olvidando los rencores y viéndose unos a los otros como lo que al fin y al cabo son: Chilenos.
Pero bueno, no voy a continuar con esta introducción política de mi relato, ya que mi afinidad por la política es la misma que tiene mi gata madonna por el agua (a pesar de ello todos los veranos esta condenada a un buen baño de agua).
Así entonces, ese día sábado 11 comenzó bastante temprano ( 06:00 AM) pues debía ir al verde campus san Joaquín a rendir una prueba de mi curso mas amado ( jamás) hasta el momento en la universidad, introducción al cálculo. Luego de ello me devolví a mi hogar para encontrarme con mí admirado caballero que es mi padre. Ahora bien, al recibir la "llamada" de Srta. Lee me dispuse a ir a su encuentro. De ahí todo hermoso, con florcitas por los alrededores, compartiendo nutridos helados y bellas palabras.
Ahora es cuando el día toma ribetes de aventura, pues al ir a dejar a su hogar a mi dama, ella me hizo la advertencia de: "toma luego micro, ya que todos los años hacen barricadas". Entonces, yo con una mala estrategia que me sorprende aún decidí no irme a mi hogar sino a otro refugio que tarde recordé al que difícil es de llegar. Así, luego de bajarme en el terminal de buses de lo ovalle fui a esperar locomoción a la gran avenida y ahí....estuve 3 largas y no agradables horas esperando algo para primeramente irme a ver a mi hermana y luego tan solo llegar a mi hogar.
Estas tres horas estuvieron compuestas de los típicos "malandras" que andan con el único ánimo de hacerle algún mal a alguien, de sujetos que mujer que pasaban prácticamente las violaban con la boca (la típica rotería de ofender a una mujer con piropos burdos), de una espera tensa y angustiante porque no me robaran nada o de plano por el poder salir de allí. Por ello luego de haber esperado una hora micro en el terminal lo ovalle me fui caminando por las oscuras veredas de gran avenida que ustedes comprenderán que a las nueve de la noche poco de seguras tienen. Al haber pasado esta " mala" ruta, llegue a la avenida lo ovalle ( callejón lo ovalle) con gran avenida, donde me percaté que era ..PEOR... pues habían mas "kumas" , "chimbirocas", "volados", "curados" y toda esa megafauna que constituyen los bajos fondos de cualquier ciudad. Pero la única salvedad del lugar era la mayor afluencia de micros por lo que más fácilmente saldría de allí. Es en esos instantes donde me ocurrió lo más raro que me pudiera haber imaginado, una joven que yo había visto en terminal lo ovalle esperando micro, se me acerca y habla, diciéndome textualmente: " Disculpa, te estaba siguiendo, por que estoy super asustada, casi me asaltaron y no tengo plata para llegar a mi casa y nada pasa para el bosque, tu me pareces buen tipo por eso me acerque a ti, por favor no me dejes sola". ustedes comprenderán que luego de esta serie de palabras en mi cabeza pasaron 2 ideas:
· Esta mujer puede ser ladrona, mejor no confiar en ella
· Me esta diciendo la verdad, debo ayudarla.
Y en esos momentos hice la comparación de que pasaría si a mi amada le ocurriera lo mismo, y obviamente deseaba que la hubiesen ayudado en la misma situación. Entonces me decidí a acompañarla, tratando de ayudarle a llegar a su hogar, dándole ánimos para que no se pusiera histérica y también consolarla, ya que me torturaba ver a esa mujer tan angustiada. En fin, fueron unos 30 minutos donde hice de su " acompañante", en donde llegué al punto de desechar la única micro que había pasado con destino a mi hogar, puesto que en ese punto no era capaz de dejarla sola, con el evidente peligro que le ocurriera alguna tragedia.
Finalmente, ella se pudo ir a su hogar y entonces, esperé y esperé alguna micro a mi hogar pero..Nada.. Afortunadamente por esos milagros extraños que se dan, pasa un colectivo a vicuña mackenna, sin dudarlo corrí por gran avenida y me subí en él, de ahí la tranquilidad me volvió al cuerpo. Posteriormente me bajé en departamental con vicuña mackenna y maldita sea, nada pasaba por ahí también; ahí entre esos comentarios escuche que "algunos encapuchados estaban tirándole piedras a los buses y ello era el motivo que no pasaran", al terminar de escuchar esto me entró una ira horrible contra esos "encapuchados" que estúpidamente año a año le hacen la vida más difícil a todos los Chilenos con sus ataques y destrozos, con los que en vez de conseguir una dudosa "revancha" mas que nada consiguen el odio de muchos Chilenos como yo, que ya están aburridos de la porquería que hacen de nuestra ciudad pero, lo que es peor aún, con una casi total impunidad, pues son menores de edad los que mayoritariamente realizan los desmanes, menores de edad que ni siquiera conocer o vivieron lo que ocurrió en el "73".
Finalmente, logré tomar un vehículo a mi hogar, en las montañas de puente alto para arribar a mi hogar a las 10:50 minutos, casi 3 horas después de llegar a esperar locomoción.
Por todo los sucesos que rodearon mi vida este 11 de septiembre comprendí por primera vez la real magnitud de la maldad de muchas personas para con todos nosotros, puesto que sin pensar en las consecuencias, destruyen y complican el diario vivir, haciéndonos sentir variadas y negativos experiencias.
Por otra parte debo rescatar el hecho de que en estas ocasiones de estrés se logra una mayor comunicación entre las personas, ya que pude comprobarlo varias veces que las personas que esperábamos algo para llegar a nuestras casas, lográbamos confiar en el otro, comunicándonos y ayudándonos.
Espero que algún día todos estos hechos de violencia que suscitan molestias para nosotros se acaben de una vez por todas, para que así las futuras generaciones vivan en un Chile que mire al futuro, olvidando uno de los pasajes más oscuros de la historia de nuestro país.
Algún día llegará la justicia tan anhelada por todos